sábado, 21 de septiembre de 2013

ANTOINE DE SAINT EXUPERY ..CARTA A UN REHEN ......POR RITA AMODEI

Aulas de Literatura ++++++++++++Antoine de Saint-Exupéry Biografía de Antoine de Saint-Exupéry Escritor francés que cultivó el género de la novela autobiográfíca de aventuras y la narrativa infantil. Antoine de Saint-Exupéry (29 de junio de 1900-31 de julio de 1944) nació en el seno de una familia noble en la ciudad francesa de Lyon. Era el tercer hijo, de cinco hermanos, del matrimonio entre el vizconde Jean-Baptiste de Saint-Exupéry y Marie de Fonscolombe. Fue un escritor y aviador francés famoso por ser el autor de El principito y una serie de novelas de aventuras sobre aviación, como Vuelo nocturno o Tierra de hombres. Fue un exitoso piloto militar y comercial. Su vida está salpicada de toda clase de hazañas y aventuras que marcan decisivamente su obra literaria, donde refleja sus experiencias vitales, su concepción de la amistad y el amor, y su punto de vista existencialista. Desapareció en un accidente aéreo cerca de la costa de Marsella cuando se encontraba en una operación militar durante la Segunda Guerra Mundial. Aunque perdió a su progenitor a la edad de cuatro años Saint-Exupéry disfrutó de una agradable infancia, entre el Castillo de la Môle, propiedad de su abuela de Fonscolombe, y el castillo de Saint-Maurice-de-Remens, cerca de Ambérieu, propiedad de la su tía, la señora de Tricaud. Su madre ejerció un papel decisivo en su vida, manteniendo una buena relación con ella y carteándose habitualmente. Desde muy pequeño sintió un gran interés por la escritura, la mecánica y la aviación. Éstas pasiones serán una constante en su vida, mezclando ambas carreras, la de aviador y la de escritor. Recibió su bautismo del aire en 1912 cuando su familia veraneaba en Ambérieu. Cerca de allí, al este de Saint-Maurice-de-Rémens, había un pequeño aeródromo. Antoine se pasaba horas con los mecánicos haciendo preguntas sobre los aviones y su funcionamiento. El impacto que le causó su primer vuelo en un Berthaud-Wroblewski, fue tal que le inspiró incluso un poema. "...Las alas temblaban bajo el soplo del atardecer, El motor con su canto mecía el alma adormecida, Y el sol nos rozaba con su luz lívida..." Después de seguir estudios clásicos en distintos colegios católicos, tanto en Francia como en Suiza, preparó en París los exámenes para la Escuela Naval, pero no logró superlos. Entonces en 1920, durante quince meses, Antoine decide seguir las clases de la Escuela de Bellas Artes de París, en la sección arquitectura. Su madre no puede ayudarle económicamente y debe resignarse a aceptar la hospitalidad de su prima Yvonne de Lestrange en París. Para poder mantenerse desempeña varios empleos que incluso le llevan a actuar como figurante. En 1921 cumplió con el servicio militar en el 2º Regimiento de Aviación de Caza, en Neuhof, cerca de Estrasburgo. Allí de la mano de su monitor, Robert Aeby, aprende a pilotar realizando sus primeros vuelos. En julio se embarca rumbo a Casablanca, Marruecos, para formar parte de la 37º Regimiento de Aviación de Caza. De ésta forma Saint-Exupéry logra integrarse en el mundo de la aviación militar, consiguiendo hacerce un hueco que más tarde le llevará a consolidar su carrera como piloto comercial y militar. En 1922 recibe el grado de alférez e ingresa en el 34º Regimiento de Aviación, en Le Bourget, cerca de París. En 1923 anuncia oficialmente su compromiso matrimonial con Louise de Vilmorin. Sin embargo sufre un accidente de aviación, en la primavera del mismo año, en Le Bourget, cerca de París, de donde sale con una fractura de cráneo. Debido al accidente que sufre, la familia de su prometida se opone a que siga pilotando. Así al terminar el servicio militar Saint-Exupéry acepta un empleo de oficinista. Finalmente Louise de Vilmorin rompe su compromiso matrimonial y Saint-Exupéry queda libre para retomar su carrera como aviador. Tras conseguir su licencia como piloto comercial, en el año 1926 Saint-Exupéry consigue un contrato como piloto de transporte aéreo de correo con la compañía "Compagnie Latécoère" realizando vuelos entre Toulouse (Francia) y Dakar (África). La publicación de la novela breve El aviador en una revista dirigida por Adrienne Monnier le consolida como escritor. En 1927, lo destinan como jefe de aeroplaza en Cabo Juby, en el antiguo Río de Oro, territorio del Sáhara Español, el cual se encuentra bajo la protección del fuerte español de La Casa del Mary. A partir de entonces se distinguen diferentes etapas como escritor, alimentadas con las experiencias que va viviendo. Saint-Exupéry protagoniza algunas hazañas que le inspiraran en sus obras, como el intento de rescate de los pilotos Reine y Serre que habían caído en manos de las kabilas disidentes moras, y el rescate exitoso de un avión español, el piloto Vidal y su intérprete moro, Lahoucine. En 1928, pasa a realizar vuelos nocturos entre Río de Janeiro y Buenos Aires. Toma posesión del cargo de Director de la Compañía Aeropostal Argentina. Creará la línea de Patagonia que unirá las ciudades de Buenos Aires y Punta Arenas. Sobre éstas experiencias publica el libro Correo del Sur. En 1930, recibe la dignidad de Caballero de la Legión de Honor francesa, por su labor en la aeronáutica civil. Ese mismo año conoce a Consuelo Suncin, una escritora y artista salvadoreña-francesa que se convertirá en su esposa en marzo de 1931. Consuelo contraía matrimonio por tercera vez, siendo viuda de sus dos anteriores maridos. Ambos se trasladaron a Francia. Su unión matrimonial, que se alargó durante quince años, estuvo llena de altibajos y problemas debido al gusto por la vida bohemia de Saint-Exupéry, que tras el éxito de sus libros tenía una gran cantidad de amantes, lo cual provocó que acabasen distanciándose aunque volvieran a encontrarse esporádicamente. La rosa de su famosa obra El principito es un homenaje a ella. Al entrar en quiebra la compañía postal, Saint-Exupéry realiza varios vuelos nocturnos en la línea Casablanca-Port Etienne. En diciembre de 1931 recibe el premio literario Femina, otorgado por mujeres exclusivamente, por su obra Vuelo nocturno, que se convierte en un gran éxito. En 1932, Saint-Exupéry pasa a pilotar en las líneas comerciales entre Marsella y Argel. En 1933 se convierte en piloto de pruebas para la empresa "Société de Constructions Latécoère" y, al poco tiempo, piloto encargado de la recepción de las aeronaves. Sufre un nuevo accidente a bordo de un hidroavión Laté, en el mar, frente a la localidad francesa de Saint-Raphaël. "Air France" requiere sus servicios en 1934, para unas misiones en Francia y en el extranjero. Así, el 12 de julio sale de Marsella hacia Saigon, en el sureste asiático. Sufre un nuevo percance con un hidroavión, y tiene que realizar un amerizaje forzoso en la desembocadura del río Mekong (Vietnam), cuando volaba hacia Angkor (Camboya). En 1935 participa en una vuelta al Mediterráneo realizando una serie de escalas en: Casablanca, Argel, Túnez, Trípoli, Benghazi, El Cairo, Alejandría, Damasco, Beirut, Estambul y Atenas. El mismo año participa en una carrera, junto con Andre Prevot, entre París (Francia) y Saigón (Vietnam) por un premio de 150,000 francos, a bordo de un Caudron Simoun F-ANRY, un avión que acababa de comprar. En dicho viaje será cuando sufra el accidente que inspirará la obra de El principito, en el desierto del Sáhara, Libia. Se les considerará desaparecidos. Ambos sobreviven pero pasan terribles penurias de hambre y deshidratación durante 4 días. Experimentan alucinaciones visuales y auditivas. Finalmente son descubiertos y rescatados por un beduino en camello. Tras la experiencia cercana a la muerte, vuelve a París donde publica el relato de su aventura en “L'Intransigeant” y graba, para la radio Aterrizaje forzoso en el desierto. Al poco tiempo estalla la Guerra Civil en España y Saint-Exupéry vuela a Barcelona, por cuenta del periódico parisino L'Intransigeant, para realizar un reportaje sobre el frente de Lérida. En marzo de 1937 realiza una nueva aventura con su segundo avión Simoun, el F-Anxk, un intinerario que le llevará por Casablanca, Tombuctu, Bamako y Dakar. A principios de 1938 se embarca para ir a Nueva York e intenta realizar otra proeza volando desde Nueva York a Tierra de Fuego en Guatemala, en la realización del mismo sufre un nuevo accidente debido a la sobrecarga por las reservas de carburante, estrellándose al intentar despegar de la pista. Mientras se encuentra en convalecencia escribe su siguiente obra Tierra de hombres. En 1939, es elevado a la dignidad de Oficial de la Legión de Honor. Publica Tierra de hombres y consigue una hazaña al cruzar el Atlántico Norte en un vuelo de ida y vuelta, entre los días 7 y 14 de julio, con Guillaumet, y el avión Lieutenant-de-Vaisseau. Durante la Segunda Guerra Mundial Saint-Exupéry se incorporó de nuevo a la fuerza aérea, a pesar de que su estado físico estaba muy deteriorado por la cantidad de accidentes aéreos que había sufrido. El 2 de septiembre de 1939 se produce la Declaración de Guerra y Saint-Exupéry es enviado a Toulouse para encargarse de la formación de nuevos pilotos en el aeródromo de Montaudran. Aunque la autoridad militar lo declara "no apto" para realizar misiones de guerra, consigue que lo incorporen al grupo de reconocimiento aéreo 2/33. Con aviones Potez 63/7 y Potez 63/11, se encarga de realizar misiones de reconocimiento aéreo sobre Alemania y sobre la ciudad de Arras que le valdrán una mención del Ejercito del Aire y la adjudicación de la Medalla de Guerra. En diciembre, recibe el Gran Premio de la Academia Francesa por su recién publicado libro, Tierra de hombres, y el premio 'National Book Award de los Estados Unidos por su versión en inglés, Wind, Sand and Stars. En 1940, tras demovilizarse del ejército, vuelve a París. Pero no por mucho tiempo porque debido a la caída de Francia ante las tropas alemanas, se marcha en exilio a Nueva York y California. En 1942 publica su nuevo libro Piloto de guerra. En los Estados Unidos trató de involucrar a la opinión pública americana para actuar contra Hitler. En ésta línea se publica una carta en el "New York Times Magazine" y en el "Canadá", de Montreal, titulada Carta abierta a los franceses de todas partes y más tarde Carta a un rehén. Su casa en el exilio se convierte en punto de encuentro de los intelectuales franceses expatriados. En 1943 sale a la venta su obra más publicada Le petit prince o El principito. En 1943 vuelve al servicio activo y se integra como capitán el "7º Ejercito Americano". Pertenece al "3-rd PHOTOGROUP" con base en La Marsa, cerca de Túnez realizando misiones sobre la Francia ocupada al mando de un LIGHTNING P-38. Asciende a comandante el 25 de junio y el 12 de agosto, vuelve otra vez a la reserva. Pero en 1944, ante su insistencia es enviado de nueva a su escuadrilla, a la que se incorpora en su base de l'Alghero, Cerdeña. Escribe para la revista Life su Carta a los jóvenes americanos a instancia del reportero John Philips, que hace las últimas fotos de Saint-Exupéry en la pista y en su avión. El 31 de julio de 1944, su avión desapareció en el Mediterráneo durante el transcurso de un reconocimiento aéreo dedicado a preparar el desembarco de las tropas aliadas en Provenza, al sur de Francia. Había partido pocas horas antes de la isla de Córcega con su avión, un Lightning P38. Se le da por muerto. De forma póstuma se publicó en 1948 su cuaderno de notas, con el título de La ciudadela. No hubo pruebas de lo que le había ocurrido a Saint-Exupéry, o a su avión, hasta que en 1998 una pulsera de plata con su nombre y el de su esposa, apareció a las orillas de la costa de Marsella. Aún así, su autenticidad fue puesta en entredicho. Gracias a la aparición de la pulsera las autoridades francesas comenzaron la búsqueda de los restos del avión. Así fueron descubiertos, en 2003, los restos del avión Lightning P38, cerca de donde se descubrió la pulsera. Sobre el panel de la caja del turbo-compresor, aparecía una serie de cuatro cifras aisladas y grabadas manualmente, 2734, seguidas de la letra L. Según los investigadores se trataba del número de fabricación que correspondía con la matrícula militar 42-68223, la del avión de Saint-Exupéry. Sin embargo aún no se conocía la razón del accidente, si había sido derribado, había perdido el control, o se trataba de un fallo mecánico. Finalmente en el año 2008 un piloto de las fuerzas aéreas alemanas llamado Horst Rippert hizo unas declaraciones al diario francés La Provence afirmando que fue él quien derribo a Saint-Exupéry. Antoine de Saint Exupéry se relaciona con la corriente filosófica del existencialismo, la cual fue dominante durante los años inmediatamente anteriores a la segunda guerra mundial y los que la han seguido. Su obra El principito es considerada una de las grandes obras de éste movimiento filosófico. El postulado fundamental del existencialismo es que son los seres humanos, en forma individual, los que crean el significado y la esencia de sus vidas. La existencia, la libertad y la elección individual son factores imprescindibles para llegar a la verdad. Dicha verdad, según los existencialistas, solamente puede ser conocida por cada individuo desde su subjetividad. El individualismo, la visión de que cada uno de nosotros es único y que vive solamente una única vez, es una de las piedras angulares del existencialismo. La inspiración de ésta corriente procede de las ideas del filósofo danés Kierkegaard (1813 - 1855). Entre los factores que han promovido la eclosión del existencialismo se encuentran: el desarrollo de la ciencia, la despersonalización de la sociedad moderna y las crisis económicas, políticas y espirituales que han marcado el siglo XX desde sus inicios. Obra de Antoine de Saint-Exupéry La obra de Antoine de Saint Exupéry se relaciona con la corriente filosófica del existencialismo, la cual fue dominante durante los años inmediatamente anteriores a la segunda guerra mundial y los que la han seguido. Su obra El principito es considerada una de las grandes obras de éste movimiento filosófico. El postulado fundamental del existencialismo es que son los seres humanos, en forma individual, los que crean el significado y la esencia de sus vidas. La existencia, la libertad y la elección individual son factores imprescindibles para llegar a la verdad. Dicha verdad, según los existencialistas, solamente puede ser conocida por cada individuo desde su subjetividad. El individualismo, la visión de que cada uno de nosotros es único y que vive solamente una única vez, es una de las piedras angulares del existencialismo. Toda la obra de Saint-Exupéry es un reflejo de su propia biografía y del pensamiento existencialista que le caracterizó. Sus novelas de aviación están basadas en sus propias experiencias vitales como piloto comercial o de guerra. Era un piloto que volaba y escribía sobre aquello que había experimentado, reflejando como nadie lo ha hecho, la experiencia de la aviación, la relación del hombre con la naturaleza, la soledad del héroe y la necesidad de sobreponerse a ella. Desde El aviador, su primera obra publicada en 1926, se dedicó a relatarnos sus aventuras, pensamientos y reflexiones desde las alturas, normalmente cuando se encontraba convaleciente debido a alguno de los múltiples accidentes aéreos que tuvo a lo largo de su vida. La única excepción fue El Principito en el que hace uso de la imaginación para narrarnos un cuento de índole fantástica. Entre sus obras destacan Vuelo nocturno, que relata el trabajo de los pilotos que realizaban vuelos nocturnos para llevar correo aéreo y cómo se juegan la vida en su trabajo, y Tierra de hombres donde reivindica la dignidad del hombre, la humanidad más allá de las limitaciones de las fronteras, las razas, o las ideologías.

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