jueves, 12 de septiembre de 2013

VOLVIERON LAS OSCURAS GOLONDRINAS ........POR RITA AMODEI

+++++++ +++++++++++++ ENTRE EL MARTES Y EL MIERCOLES EL CIELO DE LA REPUBLICA ARGENTINA SE OSCURECIO POR MILES Y MILES DE PUNTOS AZABACHES QUE FUERON TOMANDO POSESION DEL TERRITORIO . EN UNA DISCIPLINADA FORMACION INGRESARON POR EL MAR Y SE ABRIERON EN LENGUAS DE ALAS Y VOCES . UNAS QUEDARON EN EL NORTE , OTRAS EN EL CENTRO DEL PAIS Y OTRO NUMERO SE DIRIGIO HACIA EL SUR . EN BUENOS AIRES ENTRARON TRAYENDO LA PRIMAVERA EN SUS ALAS Y UN SOL RADIANTE ENVOLVIENDOLAS . SU CANSANCIO FUE RECIBIDO POR LAS GOLONDRINAS SEDENTARIAS QUE DESDE HACE AÑO SE RADICARON EN NUESTRO PAIS Y EN NUESTRA CIUDAD . VOLVIERON LAS OSCURAS GOLONDRINAS CON AROMA A FLORES Y SABOR DE FRUTOS . TERMINO LA YERTA PRESENCIA DEL INVIERNO . RITA AMODEI

VOLVIERON LAS OSCURAS GOLONDRINAS ......POR RITA AMODEI

La golondrina Marina La golondrina Marina ha llegado a mi tejado al nido que dejó hecho el año pasado. Llega en primavera, felizmente casada, tres huevos ha puesto y está muy cansada. Tres pollos tiene en su casa de barro, comen y comen y nunca están hartos. Una y otra vez, trae comida del campo, trigo y bichitos, y agua de un charco. Los pollitos pían porque quieren más, tienen muy cansada a su pobre mamá. Ella está contenta de verlos así, tan gordos y sanos, se siente feliz. Cuando crezcan se irán de nuevo, muy lejos, el próximo año los veré de nuevo. Mª Lourdes García Jiménez Febrero 2004 +++++++++++++ POESÍA LA GOLONDRINA CANSADA de Carla Dulfano Es invierno y hace frío. Ya se van las golondrinas a volar por otras tierras donde hay sol en las esquinas. Pero Sonia, la pequeña, no se va con sus hermanas —Tengo sueño —ya se queja—. ¡Yo me voy en seis semanas! Pasa el tiempo y oscurece más temprano cada día y a la golondrina Sonia su piquito se le enfría. Estornuda sin descanso. El invierno a ella la aterra y por fin sale a buscar mejor clima en otra tierra. Pero, como está cansada y sus alas no quiere mover, trepa pronto, sin boleto, sobre un avión de papel. El avión da muchas vueltas, va según soplen los vientos. Se perdió la golondrina al kilómetro seiscientos. Llora y llora sin consuelo la azulada golondrina: —Nunca más veré a las otras, ni a mamá ni a mi madrina… Un hornero le aconseja: —Te conviene usar tus alas, el avión va con el viento: no te acerca a tus hermanas. —¿No lo ves? Estoy cansada —dice Sonia en un bostezo—, no quiero mover mis alas ni a la ida ni al regreso. Tiembla el pequeño avión. ¡Se avecina una tormenta! Llueve fuerte allá a lo lejos y Sonia no se amedrenta. Para no mojarse tanto, Sonia esconde su carita entre pliegues de papel y una vieja margarita. Hasta que el avión se rompe, justo arriba de un gran pozo. Sin aviso Sonia cae: ¡Aterrizaje forzoso! Al fin, toda desplumada, muy resfriada y sin pañuelo, decide mover sus alas, esforzarse, hacer un vuelo. Va planeando hasta que encuentra golondrinas en el mar. Arrepentida les dice: —Yo también quiero volar. Viajan muchas golondrinas azuladas o con rayas. Sonia va junto con ellas a buscar cálidas playas. Aunque ahora usa sus alas, a veces busca un remanso. y se sube a upa de alguna para tomar un descanso. +++++++++